Obra de Francisco del Rincón (1604), es la imagen central del paso de la Elevación de la Cruz, el Señor, mientras es elevado sobre la Cruz, mira al Padre con rostro implorante.
El paso de la Elevación de la Cruz es, en el ámbito de la imagíneria procesional vallisoletana, la primera escena compuesta por varias tallas de tamaño natural, íntegramente labradas en madera. Ello suponía un cambio frente a las primitivas obras de «papelón», que fueron dejando paso a la nueva corriente.
En nuestros días sólo participa en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, en la tarde noche del Viernes Santo, cuando es cedido a la Cofradía de la Exaltación de la Cruz y Nuestra Señora de los Dolores para esta procesión.